El mensaje en la botella

Amiga!. Han pasado 4 días desde tu naufragio. Tenía miedo que algo así ocurriera un día, te lo confieso. Eres una apasionada del mar. Siempre decías que si existiera una proxima vida, serias sirena. A lo que siempre te respondí que si algo así pasara, lo máximo que llegarías a ser, seria una ballena. No parábamos de reír ¿te acuerdas?
Hoy te escribo este mensaje, lo pondré en la botella, bogaré mar adentro y le diré a las olas que te lo hagan llegar. Estoy segura que ellas saben donde estas.
Desde que te fuiste, le he rogado al cielo para que te cuide. y seguramente así ha sido. Y te seguirá cuidando hasta que la guardia costera te encuentre. Solo espero que esta botella viaje más rápido y la puedas leer antes. Unas palabras de aliento no caen mal si estás en medio de la nada o a punto de ser devorada por una bestia marina ¿no? —es broma— .
Siempre creí que la amistad es un regalo divino, y contigo lo comprobé. La vida no es la misma desde que la comparto contigo y seguramente no será la misma si ya no estas.
El gordo y los niños me consuelan cuando me encuentran de rodillas rogando a Dios por ti. Se que volverás. Eres fuerte, siempre lo has sido. El mar es tu amigo y Dios cuida de ti. Te extraño.
Tu esposo y tus pequeños están bien. ¡Son fuertes como tu!. Y con una confianza que contagia, aseguran que pronto volverás. Sofi dice que te fuiste al mar a traerle una tortuga marina, para que viva en su bañera. —la amo—.Y a ti también. Esto un día pasara y contaremos cómo fuiste la protagonista de un milagro.
Y si te nos adelantaste en el camino, ¡está bien!. Solo tendremos que esperar un poco más para verte de nuevo. Y no nos separaremos nunca más, me tendrás que soportar eternamente.
Te amamos, oramos por ti y esperamos tu regreso.

PD: ¡No olvides la tortuga! No querrás romperle el corazón a una pequeña de 3 años.

Att: Tu mayor tormento, pero por siempre, tu amiga del corazón.  Ana.

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas más populares de este blog

Siempre fue ÉL

Sociedad Enferma

Un hombre afortunado