Sociedad Enferma

Con alma libre y aventurera, Trinidad se dedicó a conocer el mundo. Se encontraba en el tercer país, de los seis que planeaba visitar. Rodeada de imponentes montañas y el vaivén de las olas; buscaba encontrarse con ella misma.Y con su musa. Quien últimamente, cuál celebridad huyendo de los paparazzi con peluca y lentes oscuros, se escondía en un rincón de su imaginación; haciendo difícil su oficio como compositora.

Tristemente la violencia le salió al encuentro y le arrebató la vida. Poniendo punto final a sus sueños.

Hoy su espíritu continúa recorriendo el mundo, dando a conocer su triste desenlace. Y luchando contra la indiferencia de una sociedad tan enferma, que justifica el feminicidio de una manera tan mezquina que raya con la locura, culpando a Trinidad de su propia muerte, «por viajar sola».


Trinidad no viajaba sola. La acompañaban la inocencia, la confianza y el coraje.

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